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Receta de Torta Red Velvet

sabrosa torta red velvet

La Torta Red Velvet no es solo un postre, es una obra de arte culinaria que cautiva con su textura suave y esponjosa, al igual con su característico color rojo, la Torta Red Velvet simboliza pasión y elegancia. Cada bocado es una mezcla perfecta de sabores suaves y sutiles, con la cremosidad del queso crema que complementa la ligera humedad y la dulzura del pastel

 

La Torta Red Velvet es un postre tan espectacular como delicioso

 

Ingredientes:

Para el pastel Red Velvet:
250 g de harina de trigo (aproximadamente 2 tazas)
1 cucharadita de polvo de hornear
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de cacao en polvo sin azúcar
1 cucharadita de sal
240 ml de aceite vegetal (1 taza)
200 g de azúcar (1 taza)
2 huevos
240 ml de suero de leche (buttermilk) o leche con 1 cucharada de vinagre blanco
2 cucharaditas de esencia de vainilla
2 cucharaditas de vinagre blanco
2 cucharaditas de colorante rojo en gel (o líquido, pero el gel es mejor para el color)
1 cucharadita de jugo de limón

Para el glaseado de queso crema:
450 g de queso crema (a temperatura ambiente)
120 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
400 g de azúcar glas (aproximadamente 3 1/2 tazas)
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharada de crema de leche o nata líquida (si es necesario para aligerar)

Instrucciones:

Precalentar el horno: Precalienta el horno a 175°C (350°F). Engrasa y enharina dos moldes redondos de unos 22 cm de diámetro (también puedes usar moldes de 23 cm si los tienes).

Mezcla los ingredientes secos: En un bol, tamiza la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato, el cacao en polvo y la sal. Reserva.

Mezcla los ingredientes húmedos: En otro bol grande, bate el aceite y el azúcar hasta que la mezcla esté suave y bien integrada. Añade los huevos, uno a uno, batiendo bien después de que los hayas colocado.

Agrega los ingredientes líquidos y el colorante: Añade el suero de leche (o la mezcla de leche y vinagre) y la esencia de vainilla. Mezcla bien. Agrega el vinagre blanco y el colorante rojo. Revuelve hasta que la masa tenga un color uniforme.

Incorporar los ingredientes secos: Poco a poco, añade la mezcla de harina a la mezcla líquida, batiendo a baja velocidad hasta que todo esté bien integrado y no queden grumos. Es importante no batir demasiado para evitar que el pastel quede duro.

Hornear: Vierte la mezcla en los moldes preparados y hornea durante unos 25-30 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio. Si usas moldes más grandes o más pequeños, el tiempo de cocción puede variar, así que revisa con un palillo.

Enfriar: Deja enfriar los pasteles en sus moldes durante unos 10 minutos. Luego, desmóldalos y colócalos en una rejilla para que se enfríen completamente.

Batir el queso crema y la mantequilla: En un bol grande, bate el queso crema con la mantequilla hasta que estén bien integrados y cremosos.

Añadir el azúcar glas: Poco a poco, agrega el azúcar glas (tamizado para evitar grumos) y bate a baja velocidad hasta que se forme una mezcla suave.

Agregar la vainilla y la crema de leche: Incorpora la esencia de vainilla y, si lo deseas, una cucharada de crema de leche para aligerar el glaseado. Bate hasta que quede suave y cremoso.

Montar la Torta Red Velvet:

Cortar los pasteles: Si los pasteles han quedado un poco elevados en el centro, puedes cortarlos para que queden planos y más fáciles de montar.

Colocar la primera capa de pastel: Coloca una capa del pastel en el plato o soporte para tortas. Extiende una capa generosa de glaseado de queso crema sobre ella.

Agregar la segunda capa: Coloca la segunda capa de pastel encima y cubre todo el pastel con una capa uniforme de glaseado de queso crema.

Decorar (opcional): Puedes decorar el pastel con migas de pastel desmenuzado (de lo que cortaste si los pasteles eran muy altos), algunas frutas o incluso con nueces.

Refrigerar (opcional): Si puedes, refrigera la torta durante unos 30 minutos para que el glaseado se asiente bien antes de servirla.

La Torta Red Velvet es un postre impresionante, tanto en sabor como en apariencia.

¡Disfrútala!