La leche asada es un postre que, con su sencillez y sabor casero, ha conquistado el corazón de muchos, con su textura cremosa y un sabor a leche caramelizada que se funde con una suavidad irresistible, la leche asada es la prueba de que los ingredientes más básicos pueden convertirse en algo realmente especial. Este postre es más que una receta, es un legado de sencillez y calidez que sigue siendo disfrutado por muchos, sin importar el paso del tiempo
La leche asada es un postre cremoso que te envolverá con su sabor
Ingredientes:
1 litro de leche entera
1 taza de azúcar (puedes ajustarlo a tu gusto)
4 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla
1/2 taza de azúcar para el caramelo
Una pizca de sal
Instrucciones:
Preparar el caramelo:
En un sartén a fuego medio, coloca 1/2 taza de azúcar para hacer el caramelo.
No muevas el azúcar con cuchara, solo agita la sartén para que el azúcar se derrita de manera uniforme.
Una vez que el azúcar se derrita y tome un color dorado, vierte el caramelo en el fondo de un molde para hornear (puede ser un molde de vidrio o metal).
Deja enfriar para que el caramelo se endurezca un poco.
Preparar la mezcla de leche:
En una cacerola, calienta el litro de leche junto con 1 taza de azúcar, y una pizca de sal. Revuelve ocasionalmente para disolver el azúcar y evitar que la leche se queme. No dejes que hierva, solo que se caliente bien.
Mientras la leche se calienta, bate los 4 huevos en un bol grande hasta que estén bien mezclados. Agrega la esencia de vainilla y mezcla.
Unir las mezclas:
Una vez que la leche esté caliente (sin hervir), agrega lentamente la leche caliente a los huevos batidos, sin dejar de revolver para evitar que se cocinen los huevos.
Cuela la mezcla para evitar grumos, si lo prefieres.
Hornear:
Vierte la mezcla de leche y huevo sobre el caramelo ya enfriado en el molde.
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Coloca el molde en un baño maría (esto significa ponerlo dentro de una bandeja con agua caliente, cubriendo la mitad del molde) y hornea durante aproximadamente 50-60 minutos, o hasta que la leche asada esté firme y un cuchillo insertado salga limpio.
Dejar enfriar:
Una vez horneada, sácala del horno y deja enfriar a temperatura ambiente. Después, refrigérala por al menos 3 horas o preferentemente toda la noche.
Servir:
Para desmoldar, pasa un cuchillo por los bordes del molde para soltar la leche asada. Voltea el molde con cuidado sobre un plato y coloca el caramelo encima.
¡Disfruta de este delicioso postre!