Los Langostinos con Gabardina crujientes son un plato delicioso y muy popular en la cocina española. La gabardina es una especie de rebozado que le da una textura crujiente y dorada a los langostinos. La magia de la receta reside en el contraste perfecto entre la suavidad y jugosidad del langostino y la textura dorada y crujiente de su envoltura
Los Langostinos con Gabardina crujientes son sencillos, deliciosos y llenos de sabor, el plato perfecto
Ingredientes:
12 langostinos grandes (pelados y desvenados, dejando la cola)
1 huevo
1 taza de harina de trigo
1 taza de agua con gas (puede ser mineral)
Sal al gusto
Pimienta al gusto
Aceite de oliva o de girasol (para freír)
Limón (opcional, para acompañar)
Instrucciones:
Preparar los langostinos: Si no los has comprado pelados, quítales la cáscara, dejando la cola para darle mejor presentación. Sécalos ligeramente con papel absorbente.
Preparar el rebozado: En un bol, bate el huevo. Añade la harina y una pizca de sal y pimienta.
Vierte poco a poco el agua con gas mientras sigues batiendo para evitar que se formen grumos. La masa debe quedar ligera y espesa, pero que se adhiera bien al langostino.
Freír los langostinos: Calienta el aceite en un sartén honda a fuego medio-alto.
Pasa los langostinos por la masa de gabardina, asegurándote de que queden bien cubiertos.
Fríe los langostinos en el aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes, unos 2-3 minutos por cada lado.
Coloca los langostinos fritos en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Servir:
Sirve los langostinos con un poco de limón cortado en cuartos para darles un toque fresco.
Puedes acompañarlos con alguna salsa, como mayonesa, salsa alioli o una salsa de ají dulce.
¡listo! Ahora tienes unos langostinos con gabardina crujientes, perfectos como aperitivo o plato principal.
¡Buen provecho!