El kuchen de Nuez es una de las joyas de la repostería del sur de Chile, heredada de la tradición alemana, esta versión, con leche condensada, es una adaptación moderna que aporta una textura más cremosa y un dulzor suave que contrasta maravillosamente con la rusticidad de las nueces
El kuchen de Nuez es tan rico como lo hacían las abuelas
Ingredientes
Para la masa:
2 ½ tazas de harina sin polvos de hornear
125 g de mantequilla fría en cubos
½ taza de azúcar
1 huevo
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 pizca de sal
1 a 2 cucharadas de leche fría (si es necesario para unir)
Para el relleno:
1 tarro de leche condensada (397 g aprox.)
2 huevos
1 ½ tazas de nueces picadas (puedes usar más si te gusta más cargado)
1 cucharadita de esencia de vainilla
Ralladura de ½ limón o naranja (opcional)
Instrucciones:
Preparar la masa:
En un bowl, mezcla la harina, el azúcar y la sal.
Agrega la mantequilla fría y mezcla con los dedos hasta formar migas.
Añade el huevo y la vainilla. Une sin amasar en exceso.
Agrega leche fría solo si es necesario para formar una masa suave pero firme.
Forma un bollo, envuelve en film plástico y refrigera por 30 minutos.
Formar la base:
Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
Estira la masa y cubre un molde enmantequillado (idealmente desmontable, de 24–26 cm).
Pincha la base con un tenedor.
Hornea la masa sola (prehorneado) por 10 minutos. Retira y reserva.
Preparar el relleno:
En un bowl, mezcla la leche condensada con los huevos y la vainilla.
Añade la ralladura cítrica si la usas.
Incorpora las nueces picadas y revuelve bien.
Montar y hornear:
Vierte el relleno sobre la base prehorneada.
Hornea por 25–30 minutos, hasta que el relleno cuaje y la superficie esté dorada.
Si la parte superior se dora muy rápido, cubre con papel aluminio y sigue horneando hasta que el centro esté firme.
Enfriar y servir:
Deja enfriar completamente antes de desmoldar y cortar.
Puedes espolvorear con azúcar flor o servir con crema batida si lo deseas.
Tips adicionales:
Puedes mezclar un poco de coco rallado con las nueces si quieres un sabor más tropical.
Si te gusta un toque más acaramelado, agrega una cucharada de miel al relleno.
¡Y listo!
¡Tu kuchen está terminado!