La cocina tiene esa magia única de transformar ingredientes sencillos en momentos memorables. Este Kuchen de Manzanas es la perfecta combinación de tradición y calidez, un postre que te envuelve con su suave textura y el delicado sabor de las manzanas caramelizadas. Ideal para compartir en una tarde de té
Este Kuchen de Manzanas es tan delicioso que no podrás esperar para dar el primer bocado
Ingredientes:
Para la masa:
2 tazas de harina de trigo (240 g aproximadamente)
1/2 taza de azúcar (100 g)
125 g de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
1 cucharadita de polvo de hornear (levadura química)
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Una pizca de sal
Para el relleno de manzanas:
4-5 manzanas (dependiendo del tamaño, pueden ser manzanas rojas o verdes; las verdes le dan un toque ácido delicioso)
1/2 taza de azúcar (100 g)
1 cucharadita de canela en polvo
Jugo de 1/2 limón (para evitar que las manzanas se oxiden)
1 cucharada de mantequilla (para caramelizar las manzanas)
Para la cobertura:
Azúcar glas (impalpable) para espolvorear al final
O una capa de miga streusel (mejor si quieres darle un toque crujiente encima)
Para esto necesitarás:
1/4 de taza de harina, 1/4 de taza de azúcar y 1/4 de taza de mantequilla fría, todo mezclado y desmenuzado.
Instrucciones:
Preparar la masa:
En un bowl grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la pizca de sal.
Incorporar la mantequilla:
Agrega la mantequilla a temperatura ambiente en trozos pequeños. Con las manos o con un mezclador de repostería, mezcla hasta obtener una textura arenosa, parecida a la de un crumble. Si usas las manos, hazlo de manera suave para que la mantequilla no se derrita demasiado.
Añadir el huevo y la esencia de vainilla:
Agrega el huevo y la esencia de vainilla (si la estás usando). Mezcla hasta que la masa se una. Si la masa está demasiado seca, puedes añadir un poquito de agua fría (1-2 cucharadas) para que se ligue mejor.
Formar la masa y enfriar:
Forma una bola con la masa, envuélvela en papel film y refrigérala durante 15-20 minutos. Esto ayuda a que la masa se endurezca un poco y sea más fácil de estirar.
Preparar el relleno de manzanas:
Pela las manzanas, quita el corazón y córtalas en rodajas finas o en cubos pequeños (según prefieras). No te preocupes si algunas piezas quedan un poco irregulares, ¡eso le da más textura al relleno!
Cocinar las manzanas:
En un sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega las manzanas y cocina durante unos 5-7 minutos hasta que empiecen a ablandarse.
Añade el azúcar, la canela y el jugo de limón, y sigue cocinando otros 5-7 minutos. Las manzanas deben ablandarse, pero sin deshacerse por completo. Deja que se enfríen un poco antes de usarlas en el kuchen.
Prehornear la base de la masa:
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Estirar la masa:
Saca la masa del refrigerador y colócala sobre una superficie plana ligeramente enharinada. Con un rodillo, estira la masa hasta que tenga el tamaño suficiente para cubrir el fondo y los bordes de un molde para tartas o un molde desmontable (de unos 24-26 cm de diámetro).
Colocar en el molde:
Transfiere la masa al molde y ajusta bien los bordes, recortando cualquier exceso de masa que sobresalga.
Pinchar la base de la masa:
Pincha el fondo de la masa con un tenedor para evitar que se infle durante el prehorneado.
Prehornear la masa:
Coloca el molde en el horno y hornea durante 10 minutos. Esto es para que la base quede firme y no se humedezca demasiado al añadir el relleno. Sácala del horno y deja enfriar ligeramente mientras preparas el relleno.
Armar el Kuchen:
Agregar el relleno de manzanas:
Una vez que la base de la masa esté ligeramente enfriada, distribuye uniformemente las manzanas cocidas sobre la base. Asegúrate de esparcir bien las manzanas para que todo quede cubierto.
Añadir una capa de cobertura:
Si deseas una cobertura crujiente, puedes agregar una capa de streusel (harina, azúcar y mantequilla fría mezclada hasta que quede como migas, la receta está al comienzo) o una mezcla de crema con yema de huevo (100 ml de crema y 1 yema batida). Esto le dará un toque extra de suavidad y color dorado a tu kuchen.
Hornear el Kuchen:
Hornear a 180°C:
Coloca el kuchen en el horno y hornea durante 30-35 minutos o hasta que la masa esté dorada y las manzanas estén completamente cocidas. Si has añadido una capa de crema o streusel, asegúrate de que esté dorada en la parte superior.
Revisar:
Si ves que la parte superior se dora demasiado rápido, puedes cubrirla ligeramente con papel de aluminio y continuar horneando hasta que esté cocido por dentro.
Enfriar y Servir:
Una vez que el kuchen esté listo, sácalo del horno y deja que se enfríe completamente antes de desmoldarlo. Esto ayudará a que las manzanas se asienten y la masa mantenga su forma.
Servir:
Sirve el kuchen frío o a temperatura ambiente. Si lo deseas, puedes espolvorear con azúcar glas (impalpable) antes de servir para darle un toque final de dulzura.
Sugerencias para disfrutar:
Este kuchen es perfecto para acompañar con un café, té o chocolate caliente.
Tips:
Si prefieres una versión más ligera, puedes usar manzanas más ácidas como las Granny Smith para un contraste delicioso con la dulzura de la masa.
Para un toque extra, puedes añadir nuez moscada o almendras laminadas en el relleno de manzanas.
¡Ya está listo el kuchen de manzanas!
¡A disfrutar!