Hacer Croissants en casa no es solo una receta. Es toda una experiencia, paciencia, mantequilla y amor dan como resultado estas delicias hojaldradas y doradas.
¿El mejor momento? Cuando los sacas del horno y sabes que valió cada paso
Estos Croissants crujientes por fuera, mantecosos por dentro, simplemente irresistibles
Ingredientes:
Masa:
500 g de harina de trigo de fuerza (harina 000 o panadera)
10 g de sal
80 g de azúcar
20 g de leche en polvo (opcional, da más suavidad)
20 g de levadura fresca (o 7 g de levadura seca)
270 ml de agua fría (o mitad agua mitad leche fría)
40 g de mantequilla sin sal (blanda)
Para el laminado:
250 g de mantequilla sin sal (para el empaste, fría)
Para pintar:
1 huevo
1 cucharada de leche o nata
Utensilios recomendados:
Rodillo
Regla o cortador de pastelería
Papel vegetal
Film plástico
Instrucciones:
Preparar la masa:
En un bol grande, mezcla la harina, la sal, el azúcar y la leche en polvo.
Disuelve la levadura en un poco del agua fría y agrégala a los ingredientes secos.
Añade el resto del agua (y la leche si usas) y la mantequilla blanda.
Amasa (a mano o en amasadora) hasta obtener una masa suave y homogénea, unos 8-10 minutos.
Forma una bola, cúbrela con film y deja reposar en la nevera durante al menos 2 horas (mejor si es toda la noche).
Preparar la mantequilla para el laminado:
Coloca los 250 g de mantequilla entre dos papeles vegetales.
Aplana con el rodillo formando un rectángulo de aprox. 20 x 20 cm.
Refrigera hasta que esté fría pero flexible (no dura como piedra).
Hacer el laminado:
Estira la masa en forma de cruz (como un «+»), con el centro más grueso y los brazos más delgados.
Coloca la mantequilla en el centro y dobla los extremos sobre ella, cerrándola como un sobre.
Estira la masa en un rectángulo de aprox. 60 x 20 cm.
Dobla en tres partes (doblez simple, como una carta).
Refrigera 30-40 minutos.
Repite este proceso dos veces más (3 vueltas simples en total), refrigerando entre cada vuelta.
Formar los croissants:
Estira la masa en un rectángulo largo de aprox. 60 x 25 cm y 3-5 mm de grosor.
Corta triángulos isósceles (base de 8 cm, altura de 20 cm aprox.).
Haz un pequeño corte en la base de cada triángulo y enrolla suavemente desde la base hasta la punta.
Coloca en una bandeja con papel vegetal, con la punta hacia abajo.
Deja reposar los croissants a temperatura ambiente (22–26 °C) hasta que hayan doblado su tamaño. No los fermentes en horno caliente, eso derretiría la mantequilla.
Pintar y hornear:
Mezcla el huevo con la leche y pinta con cuidado los croissants.
Hornea a 200 °C (calor arriba y abajo, sin ventilador) durante 18-22 minutos, hasta que estén dorados.
Déjalos enfriar sobre una rejilla antes de servir.
Tips:
Usa una mantequilla de buena calidad (idealmente con más del 82% de grasa).
Si hace calor, trabaja rápido y refrigera frecuentemente la masa.
Puedes rellenarlos antes de enrollar con chocolate o almendras si lo deseas.
¡Receta terminada, hora de saborear!