La receta de Crème Brûlée evaporado es un postre clásico de la cocina francesa que nunca pasa de moda, prepararlo con leche evaporada no requiere ser un chef profesional y en esta receta descubrirás lo sencillo que es lograr un postre digno de los mejores restaurantes. El contraste entre la suavidad de la crema y el crujiente azúcar quemado es lo que hace que cada bocado sea irresistible
Crème Brûlée evaporado es deliciosamente cremoso, con la capa crujiente perfecta
Ingredientes:
400 ml de leche evaporada
200 ml de nata líquida (crema para batir)
6 yemas de huevo
100 g de azúcar
1 vaina de vainilla o 1 cucharadita de esencia de vainilla
Azúcar extra (para caramelizar la capa superior)
Instrucciones:
Preparar la mezcla de crema:
Precalienta el horno a 150°C (300°F).
En una cacerola, calienta la leche evaporada y la nata líquida a fuego medio. Si usas una vaina de vainilla, córtala por la mitad a lo largo y raspa las semillas. Añade tanto las semillas como la vaina a la mezcla de leche y nata.
Lleva la mezcla a punto de ebullición, pero no dejes que hierva. Luego retírala del fuego y deja que infunda la vainilla durante unos minutos.
Batir las yemas y el azúcar:
Mientras la mezcla de leche se infunde, bate las yemas de huevo con el azúcar en un bol grande hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
Una vez que la mezcla de leche y nata se haya enfriado un poco (debe estar caliente pero no hirviendo), agrega lentamente un poco de la mezcla caliente a las yemas batidas (esto se hace para evitar que las yemas se cocinen de golpe). Bate constantemente mientras agregas la leche caliente para temperar las yemas.
Luego, vierte esta mezcla de vuelta en la cacerola con el resto de la leche y mezcla bien.
Cocinar la crema:
Vuelve a poner la mezcla de crema en la cacerola y cocina a fuego muy bajo. Remueve constantemente con una cuchara de madera o espátula, asegurándote de que no hierva. La mezcla estará lista cuando cubra el dorso de la cuchara (aproximadamente a 80°C).
Si tienes un termómetro de cocina, asegúrate de que no supere los 85°C, ya que puede cuajar si se calienta demasiado.
Colar y verter en los moldes:
Coloca un colador fino sobre un bol y vierte la crema a través de él para eliminar cualquier impureza o pedazo de huevo que pudiera haberse coagulado.
Vierte la mezcla de crema en pocillos pequeños para flan o crème brûlée ( ramequines) hasta llenar un poco más de la mitad.
Hornear:
Coloca los pocillos en una bandeja para hornear y añade agua caliente en la bandeja, alrededor de los pocillos o ramequines (alrededor de la mitad de su altura) para crear un baño María.
Hornea en el horno precalentado durante unos 40-45 minutos, o hasta que los bordes estén firmes y el centro se mueva ligeramente al agitarlo. La crema debe tener una textura suave y sedosa.
Enfriar y caramelizar:
Deja que los pocillos o ramequines se enfríen a temperatura ambiente, luego refrigéralos durante al menos 2 horas o toda la noche para que tomen más consistencia.
Justo antes de servir, espolvorea una capa fina de azúcar sobre la crema y, con un soplete de cocina, carameliza el azúcar hasta que se forme una capa crujiente dorada. Si no tienes un soplete, puedes colocar los pocillos (ramequines) bajo el grill (horno a máxima temperatura) durante unos minutos, vigilando para que no se quemen.
¡Listo! Ahora tienes un delicioso Crème Brûlée con leche evaporada.
¡Disfruta!