Hay sabores que sorprenden, y hay otros que seducen lentamente, como un susurro al paladar. Esta receta de Camarones en Salsa de Anís es una invitación a explorar esa sutileza, un plato donde el dulzor aromático del anís se entrelaza con la frescura marina del camarón
Los Camarones en Salsa de Anís son sutiles, cremosos y simplemente espectaculares
Ingredientes:
500 g de camarones grandes, pelados y desvenados
2 cucharadas de aceite de oliva
2 dientes de ajo, finamente picados
1 cebolla morada pequeña, picada
1/2 taza de crema para batir (nata para cocinar)
1/4 taza de vino blanco seco
1 chorrito (1 a 2 cucharadas) de licor de anís (como Pernod, Ouzo o Anís seco)
Sal y pimienta al gusto
Ralladura de 1 limón (opcional, para un toque fresco)
Hojas de perejil fresco o eneldo para decorar
Instrucciones:
Preparar los camarones:
Lava los camarones y sécalos bien con papel de cocina. Sazona con un poco de sal y pimienta.
Saltear:
En un sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Añade los camarones y cocínalos 1 a 2 minutos por lado, hasta que estén rosados pero aún jugosos. Retíralos del sartén y resérvalos.
Hacer la salsa:
En el mismo sartén, baja el fuego a medio y añade el ajo y la cebolla morada. Cocina por 2 minutos hasta que estén suaves y fragantes.
Deglasar con anís y vino:
Añade el licor de anís y deja hervir unos segundos para que se evapore el alcohol. Luego incorpora el vino blanco y deja reducir a la mitad.
Agregar la crema:
Vierte la crema y cocina a fuego bajo hasta que la salsa espese un poco (3 a 5 minutos). Ajusta con sal, pimienta y si deseas, un poco de ralladura de limón para equilibrar el dulzor del anís.
Incorporar los camarones:
Devuelve los camarones al sartén y cocina todo junto por 1 minuto más para que se integren los sabores.
Servir:
Sirve caliente, decorado con perejil o eneldo fresco. Acompaña con arroz blanco, papas al vapor o pan crujiente.
Consejos:
Puedes sustituir la crema por leche de coco si quieres una versión más exótica.
No uses mucho licor de anís, ya que su sabor es fuerte; con un chorrito es suficiente.
También puedes añadir un toque de ají seco o pimienta cayena si prefieres un contraste picante.
¡Listos para disfrutar!
¡Buen provecho!