Los Ostiones Gratinados son una exquisitez del mar que combina la frescura de los moluscos con la riqueza de los ingredientes gratinados, como el queso, la mantequilla y los aromas del ajo y el vino. En esta receta te comparto una versión sencilla pero elegante, ideal tanto para quienes se inician en la cocina de mariscos como para aquellos que buscan impresionar a sus invitados con un platillo digno de restaurante, preparado en casa
Los Ostiones Gratinados son deliciosos, cremosos e irresistibles
Ingredientes:
12 ostiones frescos (concha incluida, limpios)
1 taza de queso manchego o mozzarella rallado (también puedes mezclar con parmesano)
2 cucharadas de mantequilla
2 dientes de ajo, finamente picados
1/4 de taza de cebolla picada finamente
1/2 taza de crema para batir (opcional, para una versión más cremosa)
2 cucharadas de perejil fresco picado
1/4 taza de vino blanco (opcional)
Sal y pimienta al gusto
Pan rallado (opcional, para un toque crujiente)
Limones partidos para acompañar
Instrucciones:
Preparar los ostiones:
Si los ostiones están en su concha, límpialos muy bien. Ábrelos con cuidado y deja solo la concha inferior con el ostión. Reserva.
Preparar el sofrito:
En un sartén, derrite la mantequilla a fuego medio.
Agrega el ajo y la cebolla, sofríe hasta que estén transparentes.
Añade el vino blanco y deja reducir un poco (1 a 2 minutos).
(Opcional) Incorpora la crema para batir y cocina 2 minutos más hasta que espese ligeramente.
Agrega sal, pimienta y perejil picado al gusto.
Montar los ostiones:
Coloca los ostiones en una bandeja para hornear (puedes usar sal gruesa para que se mantengan estables).
Añade una cucharada del sofrito sobre cada ostión.
Cubre con queso rallado y, si deseas, un poco de pan rallado encima.
Gratinar:
Precalienta el horno a 200°C (390°F).
Hornea los ostiones durante 8 a 10 minutos o hasta que el queso esté bien gratinado y doradito.
Servir:
Sirve inmediatamente, acompañados de rodajas de limón.
Consejos:
Si no consigues ostiones con concha, puedes usar ostiones en media concha congelados (sólo asegúrate de descongelarlos completamente).
Puedes añadir unas gotas de salsa Tabasco o ají chipotle para un toque picante.
¡Terminado!
¡A disfrutar!