Cada bocado de Moussaka Griega es un viaje a la Grecia clásica, con su mezcla única de sabores terrosos y especias suaves, que invitan a una experiencia culinaria memorable. En este pequeño homenaje a la moussaka, no solo se celebra la receta en sí, sino también el arte de la cocina casera, que en Grecia es considerada un acto de amor y hospitalidad
Una rica Moussaka Griega con capas de sabor, cultura y pasión
Ingredientes:
Para la salsa de carne:
500 g de carne molida de res (puedes usar una mezcla de res y cerdo, si lo prefieres)
1 cebolla grande, picada finamente
2 dientes de ajo, picados
2 cucharadas de aceite de oliva
1 zanahoria, picada finamente
1 taza de puré de tomate
1/2 taza de vino tinto
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de orégano seco
1 hoja de laurel
Sal y pimienta al gusto
Para la capa de berenjenas:
3 berenjenas grandes, cortadas en rodajas de 1 cm
Sal (para drenar la berenjena)
Aceite de oliva para freír
Para la salsa bechamel:
60 g de mantequilla
60 g de harina
500 ml de leche
1/2 taza de queso rallado (puede ser queso griego como kefalotyri o parmesano)
1/4 cucharadita de nuez moscada
Sal y pimienta al gusto
1 huevo batido
Instrucciones:
Preparar la salsa de carne:
Calienta el aceite de oliva en un sartén grande a fuego medio.
Agrega la cebolla y el ajo picados, y sofríelos hasta que estén dorados.
Añade la zanahoria y cocina por unos minutos más.
Incorpora la carne molida y cocínala hasta que se dore bien, desmenuzándola con una cuchara.
Vierte el vino tinto y deja que se evapore el alcohol durante unos 2-3 minutos.
Añade el puré de tomate, la canela, el orégano y la hoja de laurel. Remueve bien y cocina a fuego lento durante 20-30 minutos, hasta que la mezcla se espese. Salpica con sal y pimienta al gusto. Retira del fuego y deja reposar.
Preparar las berenjenas:
Coloca las rodajas de berenjena en un colador, espolvorea con sal y deja reposar durante 30 minutos. Esto ayuda a eliminar el amargor de la berenjena.
Después de 30 minutos, enjuaga las berenjenas con agua fría y sécalas con un paño.
Calienta aceite de oliva en un sartén grande y fríe las rodajas de berenjena hasta que estén doradas por ambos lados. Colócalas sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Preparar la salsa bechamel:
En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego medio.
Añade la harina y revuelve constantemente durante 1-2 minutos para hacer un roux.
Poco a poco, agrega la leche, batiendo constantemente para evitar grumos.
Cocina la mezcla a fuego lento, sin dejar de remover, hasta que espese (aproximadamente 5-7 minutos).
Agrega el queso rallado, la nuez moscada, sal y pimienta al gusto.
Retira del fuego y, una vez que la salsa se haya enfriado ligeramente, añade el huevo batido, batiendo rápidamente para que no se coagule.
Montar la moussaka:
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
En una fuente para horno, coloca una capa de berenjenas fritas en el fondo.
Añade una capa de la salsa de carne, extendiéndola uniformemente.
Repite las capas alternando berenjenas y carne, terminando con una capa de berenjenas.
Vierte la salsa bechamel sobre la parte superior y extiende uniformemente.
Hornear:
Hornea la moussaka en el horno precalentado durante unos 45-50 minutos, o hasta que la parte superior esté dorada y burbujeante.
Deja reposar durante 10-15 minutos antes de servir, para que se asiente y sea más fácil de cortar.
Consejos:
Salsa de carne: Si te gusta más espesa, puedes reducirla un poco más cocinándola a fuego lento durante más tiempo.
Alternativa de berenjenas: Si prefieres evitar freír las berenjenas, puedes asarlas en el horno a 200°C (400°F) hasta que estén tiernas.
Enfriado: Dejar reposar la moussaka después de hornearla le permitirá mantener su forma al cortar y servirse.
¡Listo! Ahora tienes una Moussaka Griega tradicional y deliciosa.
¡Disfrútala con un poco de pan pita y una ensalada fresca!